¿Grasa o azúcar? Descubre cuál es más perjudicial para tu salud

En la actualidad, es común escuchar que hay que evitar alimentos altos en grasa o azúcares si queremos llevar un estilo de vida saludable. Pero, ¿realmente sabemos cuál de estas dos sustancias es más perjudicial para nuestra salud? Veremos diferentes estudios y opiniones de expertos en el tema para intentar dar una respuesta.

¿Qué es la grasa?

La grasa es un nutriente importante en nuestra dieta ya que nos brinda energía, absorbe vitaminas solubles en grasa y protege nuestros órganos. Sin embargo, hay diferentes tipos de grasa y algunas son más saludables que otras.

Las grasas saturadas, presentes en alimentos como la mantequilla, el queso o la carne roja, pueden aumentar el colesterol y el riesgo de enfermedades cardíacas. Por otro lado, las grasas insaturadas, presentes en alimentos como el aceite de oliva, los frutos secos o el pescado, pueden ayudar a reducir el colesterol y mejorar la salud cardiovascular.

¿Qué es el azúcar?

El azúcar es uno de los carbohidratos más simples y es utilizado como fuente de energía por nuestro cuerpo. El problema con el azúcar es que en exceso puede contribuir al aumento de peso, la diabetes tipo 2 y la caries dental.

El azúcar se encuentra de forma natural en alimentos como las frutas y los lácteos, pero también se añade en grandes cantidades a productos procesados como las bebidas refrescantes, los cereales de desayuno y los dulces.

Estudios en contra de las grasas

Durante décadas, se ha promovido la idea de que seguir dietas bajas en grasas es la clave para la pérdida de peso y la prevención de enfermedades. Sin embargo, algunos estudios recientes han puesto esta creencia en duda.

Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine en 2016 encontró que una dieta baja en grasas no era más efectiva para la pérdida de peso que una dieta baja en carbohidratos. Además, otro estudio publicado en la misma revista en 2018 encontró que una dieta baja en grasas no reducía el riesgo de enfermedades cardíacas o cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.

Estudios en contra del azúcar

Desde hace unos años, se ha estado investigando los efectos negativos del consumo excesivo de azúcares añadidos en la dieta. Un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine en 2014 encontró que aquellos que consumían más del 25% de sus calorías diarias en forma de azúcares añadidos tenían un mayor riesgo de morir por enfermedades cardíacas que aquellos que consumían menos del 10% de sus calorías diarias en forma de azúcares añadidos.

Además, otro estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology en 2017 encontró que el consumo elevado de bebidas azucaradas estaba asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares e incluso con un mayor riesgo de muerte prematura por cualquier causa.

¿Qué dice la OMS?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que limitemos tanto el consumo de grasas saturadas como el consumo de azúcares añadidos en nuestra dieta. En el caso de las grasas, recomienda que estas no superen el 10% de las calorías diarias y que en su lugar se consuma una mayor cantidad de grasas insaturadas. En el caso del azúcar, recomienda que esta no supere el 10% de las calorías diarias y que el consumo ideal esté por debajo del 5% de las calorías diarias.

Debido a la preocupación creciente por el consumo elevado de azúcares añadidos, la OMS ha establecido nuevas recomendaciones en 2015: que se reduzca la ingesta recomendada de azúcares a menos del 10% de la ingesta diaria de energía y que una reducción adicional del consumo a menos del 5% de la ingesta diaria de energía produciría beneficios adicionales para la salud.

¿Qué es más perjudicial, la grasa o el azúcar?

Después de todo lo anterior, podemos afirmar que tanto el consumo excesivo de grasas como el consumo excesivo de azúcares pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Es importante tener una dieta equilibrada y variada, que contemple tanto grasas saludables como carbohidratos complejos como el arroz o la quinoa, y reducir el consumo de alimentos procesados ricos en grasas saturadas o azúcares añadidos.

Datos finales

En los últimos años, ha habido un cambio de enfoque en la nutrición. Ya no se trata tanto de eliminar completamente las grasas de nuestra alimentación, sino de elegir las más saludables. Y tampoco se trata de elegir productos bajos en grasa, sino de centrarnos en alimentos naturales y frescos que aporten nutrientes y beneficios para nuestra salud.

no hay una respuesta clara a si la grasa o el azúcar es más perjudicial. Ambos pueden ser peligrosos si se consumen en grandes cantidades y de forma pobremente equilibrada en nuestra dieta. Lo ideal es llevar una alimentación variada y equilibrada que no solo busque nuestro bienestar físico, sino también emocional y social.

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