Correr es una actividad física que cada vez gana más adeptos. No es para menos, ya que se trata de una actividad que puede practicarse en prácticamente cualquier lugar, no requiere de un equipamiento costoso y tiene múltiples beneficios para la salud.
Planificación e inicio
Si nunca antes has corrido, es importante que hagas una planificación previa y vayas poco a poco. No se trata de salir corriendo enérgicamente y llegar al final del trayecto exhausto. Empieza con pequeñas caminatas, e inicia el trote. Si tienes sobrepeso, es aconsejable que te hagas un examen médico previo para conocer tus limitaciones.
Calzado y vestimenta
Es fundamental que uses un buen calzado deportivo, para evitar posibles lesiones y evitar dolores en los pies o tobillos. Asimismo, elige una ropa cómoda y transpirable.
Calentamiento y estiramiento
Calentar y estirar antes y después de practicar cualquier deporte es esencial para preparar los músculos y prevenir lesiones. Haz un calentamiento suave antes de empezar a correr, e incluye ejercicios de estiramiento al finalizar la sesión.
Hidratación
Bebe agua antes, durante y después de correr. La hidratación es fundamental para mantener la energía durante la actividad física y para recuperar las pérdidas de líquidos y sales minerales.
Alimentación
Evita correr con el estómago vacío, ya que esto puede provocar dolores y mareos. Tampoco es recomendable hacerlo con el estómago lleno, por lo que es preferible esperar unas horas tras la última ingesta alimentaria para salir a correr. Escoge alimentos saludables y nutritivos para tener energía durante todo el recorrido.
Respiración
Controlar la respiración es fundamental en cualquier actividad física. Se recomienda respirar por la nariz y exhalar por la boca de forma pausada y regular. Si te falta el aire, reduce el ritmo o haz una pequeña pausa para recuperar el aliento.
Variar la ruta y el ritmo
No caigas en la monotonía y varía la ruta y el ritmo para evitar el aburrimiento y estimular distintos músculos. Puedes alternar entre el trote y la caminata si te cansas, o ir alternando entre subidas y bajadas para trabajar diferentes partes del cuerpo.
Descanso
El descanso es igual de importante que el ejercicio físico. No corras todos los días para evitar lesiones y cansancio excesivo. Además, el cuerpo necesita tiempo para recuperarse y para asimilar los beneficios del deporte.
Motivación
El último consejo es el más importante. La motivación permite mantener el hábito deportivo y alcanzar nuestros objetivos. Busca un compañero de entrenamiento, inscríbete a una carrera o descubre nuevas rutas. Busca la motivación que te permita disfrutar de la actividad física mientras mejoras tu salud.
Sigue estos consejos y verás cómo poco a poco irás mejorando en la práctica del running y cómo va a mejorar tu estado físico. Recuerda que lo importante no es la velocidad para llegar a la meta, es la resistencia para correr durante muchos kilómetros. Disfruta mientras corres y no te rindas, nunca es tarde para empezar a correr.