Comer en un restaurante puede ser un verdadero reto para aquellos que están en una dieta para perder peso o cuidar su salud. Desde los aperitivos hasta los postres, todo puede sumar calorías y macronutrientes que no son recomendados para una alimentación saludable. Sin embargo, existen opciones que pueden ser una excelente alternativa para disfrutar de la comida fuera de casa y mantener nuestro objetivo de dieta.
Elige las opciones de aperitivos con cuidado
Los aperitivos pueden ser muy tentadores y parecer inofensivos, pero no todos son una buena opción para una dieta saludable. Es mejor elegir opciones que incluyan verduras o proteínas magras, como ensaladas o carpaccios. Además, es importante evitar los aperitivos fritos y optar por los que se cocinan al horno, a la parrilla o a la plancha.
Evita las salsas y aderezos pesados
Las salsas y aderezos pueden agregar muchas calorías innecesarias a tu comida. En lugar de eso, pide que las salsas vengan al lado y úsalas con moderación. O bien, opta por opciones más ligeras, como vinagretas o salsa de tomate fresca. Otra opción es pedir aderezos como yogur griego o mostaza que pueden ser una excelente alternativa.
Concentra tu plato en verduras y proteínas
El plato principal es donde debes concentrar tus esfuerzos. Elige opciones que contengan verduras y proteínas magras como pollo, pavo, pescado o tofu. Evita las opciones fritas y procesadas. Además, es importante que nos fijemos en la forma en que está cocinada nuestra proteína. Lo ideal es evitar las opciones fritas y optar por carnes a la plancha, a la parrilla o al horno.
Pide opciones de acompañamiento saludables
Los acompañamientos que vienen con tu comida pueden ser una fuente importante de calorías. En lugar de papas fritas o papas a la francesa, pide un acompañamiento de verduras o ensalada. Si no hay muchas opciones saludables disponibles, es posible pedir que nos cambien los acompañamientos por opciones más saludables.
Elige postres sabiamente
Los postres pueden ser una trampa peligrosa. Si tienes ganas de dulce, opta por opciones más saludables como frutas frescas o sorbete. Además, considera compartir un postre con un amigo o familiar para controlar mejor las porciones. Si no puedes resistirte, opta por opciones más ligeras como un pastel de queso sin azúcar o un helado bajo en calorías.
No sientas vergüenza de hacer preguntas al mesero
Es normal tener preguntas sobre la preparación de la comida en un restaurante. Si tienes alguna duda, no dudes en preguntarle al mesero. Pregunta sobre la preparación de los platos, la presencia de ingredientes poco recomendables o cualquier opción saludable que puedan tener en el menú.
Controla las porciones
Las porciones en los restaurantes tienden a ser más grandes que las que prepararíamos en casa. Es importante prestar atención al tamaño de las porciones y no tener miedo de pedir que las reduzcan si son demasiado grandes. Si no puedes resistirte a la tentación de comer todo lo que está en el plato, considera compartir tu comida con un amigo.
Considera opciones de comida rápida más saludables
Sabemos que a veces es difícil evitar los restaurantes de comida rápida, pero existen opciones más saludables dentro de este segmento. Considera opciones de comida rápida como ensaladas, proteínas a la parrilla o bowl de proteínas y vegetales. Además, trata de evitar las opciones fritas y los aderezos pesados.
Mantén la perspectiva
En última instancia, es importante mantener la perspectiva. Una comida no va a arruinar tu dieta por completo. Si tienes un poco de indulgencia en un restaurante, vuelve a tu plan de alimentación saludable en la siguiente comida. No te rindas, sigue adelante y sigue trabajando en tus objetivos de salud.
es posible mantener una alimentación saludable mientras comes fuera de casa. Los restaurantes pueden ser un lugar difícil para mantener tu dieta, pero con un poco de planificación y toma de decisiones inteligentes, puedes superar el reto. Se trata de tener en cuenta los elementos de una comida de restaurante que impulsan su ingesta calórica, como las porciones grandes, los aderezos y el pan sin límites. Por ello, selecciona opciones ligeras, saltándote los postres y compartiendo los platos si es necesario.